viernes, 8 de junio de 2007

Un poco de mi...

Mi historia, como la de tantas otras mujeres... como la de casi todo el planeta... inicia en el más que obvio desconocimiento y total rechazo de lo que sucede... y que despues de un tiempo de analisis, reflexión y dificil aceptación decidió refugiarse en el closet... (aún no sé si continúa ahí...). Bien.. crecí en una familia católica... como todas las familias o la mayoría... tuve una infancia con la ausencia de la figura materna, razón por la cual muchos se creen con el derecho -sin tenerlo- de afirmar que es más que ovbio que tenga esta inclinación... ¿cúal?... la inclinación que me hace ser tan NORMALMENTE LESBIANA.
Bien, siempre tuve amiguitas, compañeritas de colegio a las cuales miraba de lejos y suspiraba... me inspiraban.. pero nada más.. mi comportamiento debía limitarse a la exclusividad heterosexual... y como no! yo, toda una niña buena de colegio femenino, de monjitas... no podía.. no debía tener ni el mas minimo atisbo de otra cosa que lo exigido y permitido por la sociedad, la familia, los amigos, la familia... y hasta por mi misma.. pues mi razonamiento no razonaba lo contrario.
Sin embargo, aclaro que mi infancia la pasé junto a una tia paterna, lesbiana por demás, poco sutíl y andrógina. Y aunque he tratado de pensar y reflexionar una y otra vez si ello influyó en mi... creo que no, pues finalmente siempre he sabido lo que quiero y lo que me gusta, y ante eso... nada puede oponerse; ni siquiera la iglesia cristiana a la que pertenecí por algún tiempo, creyendo que allí me sanarían de mi enfermedad.. me redimirían de mi pecado. Reconozco que he vivido un poco tarde muchas cosas... pero lo bueno de todo esto es que, finalmente las he vivido.
Mi vida transcurrió entre el colegio, la casa... y soñar, soñar y soñar.. pero no con el principe azul.. no! sino con una hermosa dama que llegara y me rescatara de las garras de la tía malvada.. y me llevara lejos.. y me enseñara a descubrir y experimentar lo que mi cuerpo y mi ser pedian a gritos pero no comprendia todavía.
Traté de luchar.. de nadar contra la corriente... tuve mi primer novio, a los 17 y no duramos mucho, pues no me atrevia a besarlo.. sentía miedo mezclado, con nauseas... y curiosidad.. curiosidad de qué? bueno, de saber si un beso me convertiría en una normal heterosexual.
Descansé... el día que se fué.. se iba radicaría en otra ciudad... y bien... quedaba nuevamente sola... adolescente... y sin ubicarme... confundida!
Durante la misma época... viajé donde un tio, paterno -porque como aclaré al inició, no viví jamas con mi mamá, lo que impidió un tanto la relacion con la familia materna- y allí conocí al que supuestamente era el hombre ideal para mi... pero todo no paso de besos... porque en esta ocasión sí me atreví a darlos.
Mis primeras experiencias que me llevaron a descubrirme lesbiana, sucedieron estando muy niña... claro, no pasaban de juegos tontos en donde una personificaba al papá y otra a la mamá... el encanto del juego estaba en las demostraciones que como pareja debiamos tener... sin embargo, ahora que recuerdo, nunca terminabamos bien el juego, porque algún adulto interrumpia.
Bien ... talvez me estoy separando del tema central.. de lo que realmente quise expresar hoy, pero tampoco me reprimiré... dejaré que todo fluya... haré catarsis.
Bueno, considero que este espacio lo aprovecharé para hablar de quien realmente soy... aunque deba recordar pequeñas cosas desagradables. Una de ellas tiene que ver con mi primera y verdadera experiencia como lesbiana... con toda la conciencia del asunto...
Sucedió con una compañera de colegio... de quien recibí las primeras caricias, besos y demás.. pero nada comparado al sueño idilico de la hermosa mujer que vendría en mi rescate. Todo lo contrario... esta niña en cuanto tuvo oportunidad, se avalanzó sobre mi, sujetandome con fuerza.. yo atiné a gritar... aunque era evidente que nadie vendría a salvarme, pues estábamos en una finca abandonada, en una montaña de un pueblo cercano a la ciudad, cuyos únicos testigos eran las vacas y todo el ganado que nos habían observado llegar al lugar.
Mi corazón palpitaba con rapidez... era un miedo paralizante.. y aunque sí queria estar con una mujer, deseaba sentirme amada... queria conocer y experimentar ternura... esta no era la persona indicada para mi.. por lo menos no en esa forma.
Mi rechazo se hizo evidente.. muy notorio... diria que me volví homofobica -siendo lesbiana.. qué ironía!!- y sólo después de algunos años.. volvimos a hablar... y si! sucedieron cosas, las permití, aunque no se consumaron... fueron pasajeras, y sin importancia.. pero que me ayudaron a reafirmar lo que queria.
Mi vida seguía transcurriendo entre libros... familia... y soledad.... absoluta soledad...
Sólo hasta los 23 años conocí a alguíen con quien tuve mi primera relación formal... duró 4 años.. y diría que pasó por 4 etapas: la primera, de conocimiento, exploración; y total y pleno reconocimiento de mi ser como lesbiana... la segunda: de amor puro... de complicidad... de amistad sincera... de lujuria... de sexo desaforado... la tercera: de infidelidad.. y no mia, claro... de dolor.. de sufrimiento, pero tambien de conocerme a mi misma, como mujer... la cuarta y ultima... de madurez... y digo que esta llegó en la ultima etapa de toda la relación porque con cada instante vivido, me fortalecí.. y entendi que el amor no es eterno... y que no todas las personas aman con la misma intensidad.. con la misma locura...
Sentí morir... deseaba morir... entré en crisis... pero finalmente me recuperé..
Era mi primer amor.. pero tambien mi primer tropiezo...
Me tomé el tiempo justo y necesario para pensar.. con cabeza fria, cual sería el rumbo de mi vida.. ahora que ella no estaría... y bueno, despues de creer que era el momento indicado, de estar segura que su ausencia en mi vida no me afectaría... volé del todo... extendí mi alas... y tome otro camino. Y en ese camino, encontré un ser especial. Pero como no estamos exentos ni al amor.. ni al dolor... allí me encontraba yo... nuevamente amando a alguien que creia, esta vez si sería la persona adecuada para mi... y bueno, sólo estuvimos juntas 1 año...
¿porqué acabó? porque ella aún no sabe lo que quiere.. ni a quien quiere.. y mucho menos qué quiere... y yo, amé como sólo lo se hacer... con total entrega, con intensidad, con locura.. esa que no dista de la sensatez, con pasión.. con entrega...
Ahora estoy sola... pero mi corazón ha empezado a inquietarse nuevamente... y de eso hablaré en otra ocasión.

No hay comentarios.: